viernes, 10 de agosto de 2007

Boleros

de niño- hombre
que esconde una mano
para acariciarte la espalda

entrelazado
a la luz tibia
amarillo tibio de la tarde
de cualquier sábado
o domingo

de suspiros que no te despiertan
de piel atenta entre pieles
que se alejan
se desconocen
se alimentan

hieren y matan

frías
calientes
mundiales

capaces de hundirnos
regalarnos sorpresas

que se escapan al acontecimiento.



***

un poema para vos
que ya no estás
con los ojos sobre mis hombros

el ultimo poema de la noche
en la mañana

tu voz esta acá, al lado mío
pronuncio con los dientes tu nombre


un tiempo muestra alas
y las esconde

se va con la orilla
y vuelve como un fantasma
a sacudir el mapa.



***


hay un amor frágil envuelto en diarios
diarios que dicen

sangre y astillas

diarios que nos hacen monstruos

y sobre los balcones como jardines
arden
y todo flamea en la palabra

la distancia que hincha el pecho
segura de vencer

y el sueño
consiste en hacerse espejo

te espero tal vez
para volver y volverte

veneno y antídoto.



***


un vaivén loco
transporte

ruido de la calle
ruedas que aplastan las huellas

todo el movimiento inexacto
acongojado

hombros caídos la cuidad
gris de topo entre cables
enredaderas eléctricas

la comunicación pende de un hilo.



***


la magia astrológica
de la puntualidad

el lenguaje intermitente del piano
y la noche llovida sobre los cristales

derramada

toda una secuencia
una construcción

un ojo más potente que el sol.



***


esta distancia
se acorta penetrando el cielo
las nubes
como un suelo
mientras el sueño
nos va llegando
la realidad en pleno vuelo.

3 comentarios:

L ... dijo...

este último me gustó mucho.

salutes Diego.

Zoe dijo...

Veneno o antídoto...solo con su vuelta lograremos dilucidar cuál de las dos...si es que tenemos suerte claro, porque también podría ser ambas.

Saludos!

sole dijo...

s leen, s sienten, s escuchan y s bailan tus boleros.
bsos diego