The mind dances when the body lets it
Lawrence Ferlinghetti
Lawrence Ferlinghetti
I
La noche
era la garganta
de quienes estábamos en la orilla
la palabra era estrella
punto celeste en los ojos
cuadrado
el bosque curvaba nuestras espaldas
y el sol
jugaba a las escondidas
con los árboles enormes.
todo era una verdad
en nuestra piel brillando.
II
El viento
no reemplaza a tus manos
ataja la mueca de la velocidad
y se nos hunde en los ojos
y en la boca.
III
El hoy
es un esqueleto de gato
inquieto
la casa vacía
en la oscuridad de la lluvia.
y un péndulo de letras
cuelga de mis manos
y una telaraña
se construye en tu hueco.
IV
Ella estaba parada
sobre un jardín invisible
tules blancos y jazmines
ella estaba asomada a mis brazos
nos brillaban los ojos
en el mismo momento.
5 comentarios:
Hermosísima esta ventana abierta, donde la noche engulle pero puede ser aliada, donde el jardin es un bosque de encuentros, donde nacen palabras y se siente la compañía...
Hermoso texto...
como le va diego, un saludo.
me gustó el del viento... las manos, la boca, los ojos...
"el bosque curvaba nuestras espaldas
y el sol
jugaba a las escondidas"...
Y siguen las espaldas...y siguen encantándome...
Pero diego, odié la letra!
Un saludo enorme. Se aprecian sus estadías en La Clínica.
las ventanas abiertas, para respirar (para sentir q respiro, diria el claustrofobico), las palabras abiertas para ver con los ojos abiertos, la boca abierta para amar al cuerpo abierto, los brazos abiertos para volar, volar, volar, volar....abrazar.
besos diego. Q hermosas son tus ventanas...abiertas
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